lunes, 20 de octubre de 2008

EL DESAFIO

El desafío. Se trata del niño destructivo, de la ira y el enojo contenido, el rencor y odio por la figura de la madre, y desprecio y negación de la feminidad.

La carta se relaciona con el signo de Cancer y la Luna y del signo de Aries y el planeta Marte.
El niño interior, siente una cólera fulgurante, está desconforme y descontento, con todo lo que le rodea, quiere liberarse de sentimientos de presión, se siente atado, prisionero,todo lo ve feo y oscuro, su gran inmaduréz le impide reaccionar como un adulto. Se debate entre la ira y la impotencia. Quiere ser libre a toda costa.
Es necesario canalizar esa ira, ese descontento y ese sentir que todo el mundo está en su contra.
Creo que sólo será posible con una terapia bien conducida,que le hará ver paulatinamente, los puntos a tratar con toda intensidad, paciencia y continuidad.
La madre desencadena un proceso de rencor, agresividad, porque no lo deja evolucionar, pues presenta una actitud sobreprotectora, que solo consigue incubar todo los sentimientos de rechazo, alejamiento y rencor.del niño. Si esa madre no consulta a un consejero, la ruptura podría ser irreversible.
En otro orden se trata de una persona irritable, al extremo, que siempre tiene los nervios a flor de piel, que reacciona exteriorizando ira ,odio, fastidio, intolerancia, que no se controla, desconforme hasta consigo mismo.
Es posible que se presenten hechos desagradables, difíciles de neutralizar, la persona cambia repentinamente, pasa a la cólera, sin motivos aparentes.
Indicaría una pésima relación con la madre en la niñéz y adolescencia, que se ha prolongado en el tiempo, sin que se hayan tomado medidas terapéuticas.
También una persona con estas características podría acercarse al consultante.
Necesidad urgente de madurar.
En otro sentido, la figura de la madre estaría irremediablemente dañada en éste caso.

Correspondería a aspectos disonantes entre Luna y Marte. A la ansiedad e impaciencia, se suma el peligro de accidentes, son personas que estén provocando problemas,defendiéndose continuamente de ataques casi siempre imaginarios,y atacando sin piedad.
Se queja de haber sido abandonado, pero no tiene preámbulo en abandonar irracionales al extremo. Es necesario una terapia y mucha constancia, para revertir todos éstos factores negativos.
La paz mental la logrará con mucho esfuerzo cuando aprenda a controlar su temperamento.

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