domingo, 24 de mayo de 2009

CONFESION

Carta asociada a los signos de Sagitario/Capricornio; y a los planetas Júpiter /Saturno.

Confesión, purificación de lo subjetivo, responsabilidad del terapeuta (sacerdote) visión del destino, el puente entre subjetividad y objetividad.

El problema es que lleva en su alma una carga demasiado pesada, un gran sentimiento de culpa, que no sabe cómo aliviar.
Es que su orgullo le ha impedido, sincerarse con alguien, un terapeuta, un amigo, un padre, un sacerdote, entonces su silencio, su forma de guardar todo dentro de su mente y espíritu y el que nunca haya podido confiar y consultar con nadie su problema, lo mantiene apartado, descontento, amargado, inseguro, frustrado...
Mantiene su secreto, porque teme que su "prestigio" se vea disminuido y que los demás se den cuenta que usted en realidad es un fiasco. No quiere que nadie lo sepa, por un sentimiento de falso orgullo, pues en realidad, usted ya está desvalorizado frente a usted mismo.
Qué valor humano puede tener un ser que oculta sus errores y culpas, dando una falsa imagen de su persona, pretendiendo hacer creer que es muy correcto cuando en realidad, es todo lo cotrario.
El camino a través del problema, es confesar su culpa, dejar bien claro que ha trasgredido, las reglas, que ha vivido en el engaño, la falta de honestidad, la falsedad, vendiendo de sí mismo una imagen errónea, equívoca, que nada tiene que ver con su identidad real.
Su confesión talvéz lo coloque en una posición desvalorizada, (la que hasta el momento le corresponde) el concepto que de usted tenía su entorno, familia, amigos, compañeros de trabajo, se vendrá abajo y quedarán todos absolutamente defraudados.
El resultado, será que al admitir su culpa, frente a sí mismo y frente a los demás, su falsa imagen se esfumará y dará lugar a su verdadera manera de ser y actuar.
Al admitir su culpa, su ego quedará herido, su auto-estima muy baja y las apariencias quedarán como lo que son: sólo apariencias, vanidad, espejismo,usted quiso dar una imagen que no se correspondía con su verdadera personalidad.
Pero como todo en la vida, se puede superar y corregir, usted, comprenderá que confesar fue su mejor opción y que ahora puede tratar de empezar un nuevo ciclo, con claridad mental, sinceridad primero consigo mismo, sin falso orgullo, sin venta ficticia de imagen. Podrá empezar a ser usted mismo, sin la pesada carga de la culpa.
Si hay un arrepentimiento genuino, su corazón podrá ir recobrando la calma, verá que pronto, se sentirá más seguro y más conforme con su auténtica realidad.
Animo y siempre adelante, aprendiendo de los errores, con la verdad ante todo.
Si hay un arrepentimiento sincero, las culpas serán perdonadas.
Todo es ley de causa y efecto.

1 comentario:

Hada Saltarina dijo...

Me ha encantado esta reflexión sobre la carta de la Confesión.
Sé que el Symbolon, normalmente tiene el enfoque hacia el consultante, pero a veces me pregunto con cuál de los personajes dibujados se identifica el consultante. Y así, no sólo tenemos al que confiesa sino al confesor... dilucidar en dónde está cada uno supone a veces un gran esfuerzo, ¿verdad?
Un gran abrazo