EL CRUZADO

Carta asociada a los signos de Aries y Sagitario/ y a los planetas Marte y Júpiter

Controversia religiosa; resistente defensa de la misión; pelear contra los disidentes ; el poder de persuasión ; sosteniendo, defendiendo, las convicciones.

Se trata de alguien que actúa de una manera agresiva y va contra su propio buen discernimiento y también contra los que disienten con sus ideas que podrían ser credos religiosos, o filosóficos.
Persona que disfruta confrontándose con sus adversarios, con temeridad y exceso de fuerza, despotismo y grosería, muchas veces se vale de su poderío económico, físico y de su innato talento, para la intriga. Tiene todas las condicionantes para iniciar controversias, que pueden llegar a producir accidentes, disturbios y destrucción.
Tiene una idea equivocada de cómo es la forma adecuada de dirigirse a las personas que se propone convencer, pues sólo quiere obligarlas a ir contra sus propias convicciones.
El camino, es sostener con firmeza las ideas y la fe, cuando son correctas, aún cuando se corra el riesgo de controversia agresiva, es necesario conservar la calma, no alterase, discutir con argumentos y con ecuanimidad.
Quizá no está preparado , con perspicacia, conocimientos y comprensión , para respaldar sus convicciones o ideas religiosas con argumentos totalmente convincentes.
También puede tratarse de una persona que sus acciones están guiadas por la perspicacia o la intuición , el entendimiento inteligente y el firme convencimiento de tener la razón ;en ese caso podría conseguir victorias logradas con el propio esfuerzo. Los adversarios podrían temer enfrentarlo porque tiene las cartas del éxito en sus manos, además de poder de persuasión y el propósito firme de defender sus convicciones. Las controversias religiosas son difíciles de afrontar, pues de pronto no se puede llegar a un acuerdo real porque las partes, no ceden.
Desde otro punto de vista podría tratarse de alguien que expone sus ideas religiosas o filosóficas, con calma y coherencia, que pretende dar a conocer su credo, pacíficamente sin pretender obligar a nadie, solo entablar un diálogo e intercambiar ideas. El lucha por sus ideales, por el camino del conocimiento y la persuasión, es una persona culta, calmada, inteligente y que habla con suavidad y convencimiento; tiene la seguridad de que ese es el verdadero camino para que sus ideales sean conocidos y aceptados.